Esta es una receta muy tradicional, fácil de preparar y sale riquísima. Hay muchas versiones de esta receta, y es más tradicional prepararla con sepia que con calamares. Sin embargo, como vivimos en el campo y no tenemos acceso a grandes cooperativas o mercados de pescado como los de las grandes ciudades australianas, he adaptado la misma receta usando calamares. Esta receta sigue siendo tan deliciosa que es ideal para un día especial en el que te apetezca disfrutar de una de las mejores comidas caseras.
INGREDIENTES:
Para las albóndigas
500 g de carne de cerdo y ternera picada
300 g de gambas frescas, peladas y picadas (conservar las cabezas de gambas)
1 huevo
1 diente de ajo, finamente picado
1 rebanada de pan, sin la corteza, empapada en leche
1 puñado de perejil picado
una pizca de canela molida
aceite de oliva
sal y pimienta
harina
Para los calamares
600 g de calamares o sepias, cortados en trozos de 5 cm.
250 ml de vino tinto
Para la salsa
1 cebolla, picada muy fina
250 gr. de tomates naturales triturados en conserva (o naturales)
250 ml de caldo de pollo
1/4 cucharadita de canela molida
1 hoja de laurel fresca
1 puñado de perejil picado
1 cucharada de harina (opcional, si se quiere una salsa espesa. Ver fotos mas abajo)
25 g de piñones
sal y pimienta
MÉTODO:
Empezar por limpiar los tubos de calamar, cortarlos por la mitad y luego en tiras largas. Cortar cada tira en trozos de 5 cm y ponerlos en una cacerola con el vino tinto.
Llevar el vino a ebullición y cocinar a fuego lento tapado durante 15 minutos. Retirar del fuego. Mantener en la cacerola.
Mezclar el picadillo con la carne de gambas picada en un bol grande. Añadir el huevo, el ajo y el perejil. Sazonar con sal y pimienta y una pizca de canela molida. Exprimir el pan remojado y añadirlo al bol. Mezclar con las manos hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
Mojarse la mano con un poco de agua fría y hacer albóndigas del tamaño de una pelota de ping-pong. Poner en un plato. Refrigerar durante unos 20 o 30 minutos.
Poner un poco de harina en un plato y espolvorear las albóndigas, sacudiendo la harina extra.
Poner un poco de aceite en una sartén y cocinar las albóndigas en tandas. Cocinar hasta que estén doradas por todas partes. Mantener caliente en una fuente.
Para hacer la salsa, picar la cebolla en un robot de cocina hasta que esté bien picada. Añadir a la sartén, utilizando el mismo aceite de la cocción de las albóndigas junto con las cabezas de gambas. Cocinar hasta que la cebolla empiece a dorarse y luego agregar la harina (si se usa). Mezclar bien.
Añadir el tomate y mezclar bien. Dejar cocer unos 5 minutos y luego añadir el vino de la cocción de los calamares, el caldo, la canela, la hoja de laurel y el perejil. Sazonar con sal y pimienta al gusto. Cocer a fuego lento tapado durante unos 10 minutos.
Cocinar hasta que la salsa haya espesado.
Precalentar el horno a 180ºC.
Poner un colador fino encima de un recipiente grande. Retirar y desechar la hoja de laurel y verter la salsa en el colador o el chino.
Tamizar empujando con una cuchara de madera o con la mano de mortero.
Pasar todos los sólidos por el colador hasta que no quede prácticamente nada. Ver la imagen que sigue.
Raspar la parte posterior del colador y añadirlo al recipiente.
Poner las albóndigas y los calamares en una fuente para horno y verter la salsa por encima. Espolvorear con los piñones y hornear durante unos 20 minutos.
Aqui use la harina, porque queria una salsa mas espesa.
Servir con verduras de su elección o con pan crujiente. Son simplemente deliciosas! 😋😋
Para 4 a 6 personas
Aquí las servimos con patatas al horno con pimentón y sal y espárragos al horno.
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